Esto de estar de vacaciones es un concepto a poner en duda. Finalmente, mi vida sigue igual que siempre, restándole los profes esquizofrénicos y las caras largas. Una gota más de sacarina. Me ha dado cuenta que mientras yo no me proponga hacer nada nuevo, la desconexión de la rutina es imposible.
Hablando con mi prima ayer de
problemas amorosos&stuff, descubrimos que una cosa es no levantarse temprano, fingir que hacer ejercicios en clase de mate, hacer el ridículo saltando el caballete y poner cara de idiota en clase de física para que el profe crea que estás impresionada y te tome buena, pero otra muy distinta es sacar la cabeza del colegio completamente. Llevo una semana completita de dormir hasta mitad de la tarde, y no consigo ese bendito estado de desconexión del que tanto se habla en vacaciones.
Estuve pensando en que me queda mitad de semana para volver a estar más conectada que nunca (notas, NEM,
¡Tu PSU! ¿Qué va a ser de tu PSU? uff) y creo que realmente quiero hacer algo nuevo antes de entrar al cole, para al menos, tener la sensación de que estuve de vacaciones y no de fin de semana largo. De repente tener un día
fitness y salir a trotar a las 8 de la mañana. Para un cambio en la rutina, digo yo. Aunque mi prima, por toda respuesta, se larga a reír y me empuja la cabeza casi torciéndome el cuello. "
Con suerte abres un ojo a las doce".
Entonces se nos ocurre la grandiosa idea de salir a tomar fotos. "
¡Fotos!" los ojos de la Dany brillan inocentemente. Yo río y comienzo a imaginar. Tal vez unas cuantas fotos alternos en plena calle nos nos harían mal. Por un asunto de cambiar personalidad, pienso, sonriendo ante la idea de ver a mi prima con mi faldita de lunares. Ahora, en dos minutos más nos vamos al desastre. Dios, lo que hay que hacer por dejar de pensar en el
riiing del lunes a las 8 en punto.
No me hago cargo por su trauma psicológico si el próximo post aparece una muy sexy foto con dos niñitas con cara de pendejas muy
lolly capeando el ocio.
Está avisado.